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Frutos de la madre naturaleza

frutos Morales Fallon

Que tu alimento sea tu primera medicina. Decía Hipócrates. La relación entre comida y felicidad es muy relativa. Hace años unos científicos concluyeron que el consumo de un puñado de cerezas, es mejor que cualquier medicina o alimento antidepresivo, por sus nutrientes.

Hay que priorizar algunos nutrientes presentes en las frutas, vegetales y proteínas que promueven los buenos estados de ánimo. La dieta de la felicidad puede ser compatible con la pérdida de peso;  pero al restringir la ingesta calórica más de la cuenta, puede desencadenar en problemas de salud, puede haber riesgos cardiovasculares.

Nuestro cuerpo necesita energía y nutrientes para funcionar de forma adecuada. La mayoría de las personas no son conscientes  que todos los alimentos tienen una ecuación innata, un tipo de energía que afecta la forma de sentir o de pensar. Las personas están buscando nuevas vías de pensamiento y de acción y encuentran en la alimentación una fuente rica en proteínas y nutrientes.  Encuentran que los alimentos no son solo portadores de calorías, sino que son agentes acción en el organismo; con una alimentación sana se logra equilibrio interior y optimismo; La dieta de la felicidad está conformada por alimentos sanos para cuidar nuestro bienestar emocional.

Hay unos enigmáticos contribuyentes a la alegría,  al buen estado de ánimo;  algunas opciones de alimentos para hacer los días más felices y productivos pueden ser:

 Alimentos dulces: Tienen incidencia en el nivel de serotonina del organismo y  afecta zonas del cerebro,  relacionadas con la relajación y la tranquilidad.

La cafeína: proporciona un efecto estimulante y su consumo  produce felicidad.

El chocolate: proporciona un efecto reconfortante, por lo que influencia en el buen estado de ánimo.

Las verduras:  Los espárragos son considerados como poderosos calmantes naturales; en la antigüedad se empleaban para calmar las depresiones y los trastornos mentales. Alimentos que contengan vitamina B como verduras de colores fuertes, frutos cítricos.

El banano: no puede faltar ya que se le denomina la fruta de la felicidad; es la fruta del sistema nervioso porque regula el sistema nervioso.

Los cereales fortificados, levadura de cerveza. Alimentos fuentes de Omega 3. Los granos enteros. Alimentos ricos en fibra, las semillas,  entre otros, liberan la glucosa en el flujo sanguíneo, evitando que baje el azúcar en la sangre y aumente el ánimo. Los moluscos, los cereales integrales, la soja, la levadura de cerveza, las nueces, las frutas, los alimentos con vitamina B, lácteos y quesos descremados entre otros;  ayudan considerablemente a la felicidad. (Puede interesarte:   10 claves para lograr la felicidad )

A veces nos sentimos cansados, tristes y  abatidos sin una razón aparente. De acuerdo a algunos estudios sobre la ingesta abusiva del consumo de endulzantes artificiales, frenan la sensación de bienestar, produciendo ataques de ansiedad y sensación de tristeza. Frenan la producción de serotonina y dopamina. El cuerpo humano produce serotonina que es la hormona de la felicidad. Es la encargada de regular los estados de ánimo, el sueño y el apetito. Los niveles bajos de esta hormona, provocan malestar, nerviosismo, debilidad y temblores, puesto que la sensación de hambre hace a las personas sensibles e irritables.

Una dieta desequilibrada o el consumo de alimentos ricos en calorías y carentes de ciertas sustancias con efecto de la química cerebral, pueden tener su influencia en la alimentación y generan cambios negativos; apatía, irritabilidad y cambios de humor.  Se ha comprobado que  el estrés y la depresión, retrasan la quema de grasas y es allí, cuando se debe evitar consumir  los lácteos enteros, las bebidas gaseosas, los refrescos, las comidas rápidas y el consumo de alcohol.  El estar triste, deprimido, feliz, animado, preocupado, asustado, forma parte de la dinámica cerebral del ser humano.

El secreto de la alimentación para el buen estado de ánimo, la felicidad y para el buen humor, se halla en la combinación de alimentos que proporcionan ciertos nutrientes y su preparación de manera apetecible en el marco de unos menús equilibrados y que agraden al paladar.  Es así que al recordar tiempos pasados con la preparación de las recetas de las abuelas y volviendo a degustar esos exquisitos platos preparados con diferentes ingredientes naturales, se siente una enorme felicidad y buen ánimo.

Hay que aumentar el impacto positivo que surge al elegir una comida cuando nuestro estado de ánimo es bajo. Consumir alimentos que nos gustan puede hacernos  sentir relajados y satisfechos;  pero hay que tener cuidado, puesto que en muchas ocasiones consumir alimentos deseados ricos en azúcares,  en carbohidratos, en grasas,  puede provocarnos sentimientos de culpa, remordimientos y sentimientos negativos. Sin embargo, hay frutas, verduras, legumbres, que al consumirlas tienen el poder de afrontar los periodos depresivos.

Alimentando el cuerpo de manera sana,  también se nutre la mente y nos permite el goce de la buena salud, los buenos pensamientos, los buenos sentimientos y la felicidad. Hay que evitar o reducir de la alimentación,  las bebidas gaseosas, la comida procesada, el alcohol, azúcar refinado, bebidas ricas en café o en cafeína porque perjudican el cuerpo,  restan energía y reducen los niveles de serotonina, especialmente cuando son comidos en exceso,  generan problemas serios en el  organismo.

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Gabriel Ricardo Morales fallon

Categorías: Medio Ambiente
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