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Impacto ecológico de los embalses

dovestones Morales Fallon

Una represa o embalse es una barrera fabricada con piedra, hormigón o materiales sueltos, que se construye en una zona cerrada o desfiladero sobre un río o arroyo y su finalidad es embalsar el agua en el cause fluvial y aprovecharla para abastecer o regar, elevar su nivel con el objetivo de derivarla a canalizaciones de riego, producir energía mecánica para aprovecharla directamente como en los antiguos molinos, o de forma indirecta para producir energía eléctrica, como se hace en las centrales hidroeléctricas. El embalse o represa suele ser un simple depósito de agua que se va vaciando a medida que se necesite.

A pesar de ser considerados por muchos como recurso renovable, lo cierto es que la energía hidroeléctrica tiene un  problema  y es el gravísimo daño que provoca en aquellos ecosistemas donde se construyen los embalses.

Sin duda el impacto más grande y más visible  es el impacto paisajístico de encontrarnos con una mole de hormigón taponando del río e impidiendo el recorrido natural de las corrientes de agua. Pero la verdad es que  un embalse genera muchos más impactos de los que nos imaginamos, incluso aunque sea pequeño y de poca elevación,  ya genera un impacto brutal sobre el sistema.

Sobre la base de que los ríos constituyen unos sistemas lineales con unas características ecológicas únicas, por el elevado número de especies de animales endémicos y por su gran diversidad biológica se han analizado los efectos negativos ambientales que sobre ellos producen los embalses y las presas o represas, y sus sistemas de explotación.

La sociedad de consumo, consecuente con sus fines, califica incorrectamente muchas cosas con el adjetivo de ecológicas cuando seguramente merecen el adjetivo de antiecológicas porque alteran los procesos ecológicos de los ecosistemas que los soportan.

Un embalse no es más que un depósito de agua  que se llena cuando llueve  y se va utilizando a medida de las necesidades de las personas. Esta es la razón por la que se construyen, en consecuencia y desgraciadamente, no tienen ningún parecido ni con los sistemas fluviales ni con los lacustres.

Los embalses cambian el flujo de agua, los  sedimentos y nutrientes y causan cambios en la morfología fluvial y las características de los ecosistemas adyacentes.

A los embalses les falta extremos naturales. Debido a la interrupción de la dinámica natural, las barreras artificiales alteran los ecosistemas fluviales desde la cabecera de los ríos hasta su desembocadura no solo en el tramo que se construye el embalse. Modifican el proceso natural de erosión y transporte de sedimentos, el régimen de caudales y la calidad del agua. Los embalses llevan a erosión de las costas debido a la ausencia de los sedimentos retenidos en los embalses.

A los impactos ambientales de los embalses se les clasifica así:

Impactos de primer orden: Los aspectos físicos, químicos y geomorfológicos del bloqueo de un río y la alteración del curso natural de flujo acuático.

Impactos de segundo orden: Los cambios en la productividad biológica de los sistemas y sus efectos en la flora circundante.

Impactos de tercer orden: Las alteraciones de la fauna causadas por impactos del primer y segundo orden.

El número de especies se reduce y la biodiversidad es afectada negativamente. Los embalses impiden la migración de peces, alteran los ciclos estacionales, bloquean el transporte de nutrientes y pueden acumular metales pesados y otros contaminantes. La contaminación con Mercurio es también un grave problema en algunas represas o embalses.

Muchas veces los embalses inundan los cauces y los valles afectando al territorio, elevan la temperatura del agua, producen una estratificación térmica, aumentan la evaporación y reducen la eficacia de oxigenación, respecto al río natural.

Su construcción tiene costos sociales y ambientales. El desplazamiento de las poblaciones cercanas por las inundaciones es la primera y más inmediata consecuencia y también se produce una considerable alteración del ecosistema.

Sabía Usted que en los embalses no se encuentran ranas? Cuando recorremos la orilla de un embalse, caminamos sobre una franja de terreno estéril, sin suelo fértil, sin fáuna edáfica, sin vegetación alguna y con muy pocos seres vivos.

No se puede negar que las presas, represas o embalses se construyen pensando en beneficios para las comunidades, como la generación de energía y el almacenamiento de agua;  además algunos son polos turísticos donde se practican deportes náuticos y otras actividades ligadas al turismo que representan beneficios económicos para las zonas.

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Categorías: Mundo Animal
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