Agradecimiento es una actitud voluntaria, una especie de deuda moral que se da cuando alguien nos da su apoyo sin esperar algo a cambio. La diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio, nos da como resultado el agradecimiento.
La gratitud tiene un efecto multiplicador que genera una cantidad de beneficios tanto para la persona que la ofrece como para quien la recibe; satisfacción espiritual, felicidad, bienestar y regocijo; además, se multiplican las bendiciones, para quien agradece, se construye una vida edificante llena de buenos momentos. La gratitud es una cualidad intrínseca del ser humano, es un gran don y una bendición, además de ser ejemplo para los suyos y los de su entorno. El agradecimiento es una virtud maravillosa asociada con la solidaridad y la justicia que refleja un corazón puro. Es una virtud reservada para espíritus grandes, elevados; estos seres son poseedores de unos grandes valores éticos, en donde está+n muy claros los conceptos de dar y recibir y de ser justo y solidario.
Aplicar el sentido de gratitud es un acto universal. La gratitud y el reconocimiento mutuo son actos de nobleza, ambos formamos un todo donde nos reconocemos mutuamente, lo que te afecta a ti, a mí también me afecta. La razón debe sacudir nuestro cuerpo para agradecer en el momento indicado.
Para ser agradecidos debemos aprender a ser humildes; pero no confundamos la palabra humildad. No significa darlo todo y quedarnos con nada. Debemos conocer nuestros propios límites, admitir nuestros defectos, saber apreciar las cosas sencillas y disfrutarlas, aprendiendo con lo que los demás nos aportan o nos ofrecen. Quien sabe de humildad, sabe ser agradecido.
Las personas debemos valorar todas aquellas cosas positivas que poseemos. Hay que salir de ese universo cerrado en el que nos encontramos, mirar a los demás, hacia afuera, hacia nuestro entorno; hay que pensar y vivir en positivo y ver todo lo bueno que nos sucede día a día y por lo tanto ser agradecidos. La capacidad de experimentar la gratitud es una parte de nuestro carácter que siempre puede mejorarse.
Siendo agradecido nuestra mente y nuestro corazón se tranquilizan se alegran. Nos permite avanzar en nuestros planes y en nuestras metas. Nuestro espíritu de gratitud debe estar presente en todo lo que hacemos, debemos dar gracias por nuestra persona, por lo que somos, también por nuestros sueños, por nuestra vida, por nuestros proyectos y por nuestros éxitos. También dar gracias a la naturaleza, a los que nos rodean y a nuestro Dios. Una persona agradecida, cada día tiene más motivos por los que estar agradecido; su abundancia va en aumento.
Hay que dar las gracias por el despertar diario, por la vida, por la salud y bienestar, por el alimento, por la familia, por los amigos, por la naturaleza que nos rodea, por tantas y tantas bendiciones que recibimos diariamente. Ser agradecido demuestra un equilibrio emocional y sicológico. El mundo moderno tiende a subvalorar el tiempo, el servicio, el esmero y el sacrificio que algunas personas ofrecen a una persona o a una comunidad, a una familia o a la sociedad en general. El bienestar que se ha ofrecido generalmente es de beneficio incondicional.
La gratitud nace de los corazones humildes y justos. El agradecimiento es una respuesta de alguien que ha recibido un favor de algún ser que ama, de su familia, conocidos, de la sociedad, de Dios, y al ser agradecido con los demás, y con todos los acontecimientos de nuestra vida, nos hace sentir plenos, llenos de humanidad, se experimenta un placer inigualable.
Si alguien te da gracias, recíbelas con amor, con humildad; los humanos somos seres biológicos, sociales, capaces de razonar, de agradecer un bien en el momento oportuno; pero hay personas apáticas que les cuesta dar gracias, generalmente estas personas viven una vida sórdida, con ideas negativas, con un trasfondo totalmente egoísta. Una vida de experiencias decepcionantes y frustrantes es el resultado de pensamientos y actos negativos a largo de nuestra vida; estos pueden dominar nuestra mente y llevarnos a momentos desagradables y desafortunados, afectando nuestras expectativas. Hay que eliminar esos sentimientos de descortesía y desagradecimiento.
El don de la gratitud convierte las dificultades en oportunidades los problemas en soluciones, las pérdidas de algo material en ganancias, y estar rodeado de más y excelentes personas. El agradecimiento debe perdurar para siempre, si de verdad se agradece con el corazón.
Hay tantos pero tantos a quien dar gracias, el ser humano agradecido es un ser ilimitado, abierto, digno, grande, ejemplar y feliz. Recuerda siempre agradecer todo lo que veas, lo que sientas, lo que recibas, porque todo forma parte de ti y de ese todo donde podrás encontrar tu verdadero equilibrio, tu verdadera esencia, una vida emocional feliz.
“No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.” W. Shakespeare
“Es de bien nacido ser agradecido” Quijote.
“Cuando bebas el agua, recuerda la fuente.” Proverbio chino
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