El coronavirus ha obligado a las personas a portar tapabocas que por la irresponsabilidad de algunas personas terminan en vertederos y océanos afectando al medio ambiente, provocando una vez más la alteración de los ecosistemas orientándolos a su destrucción.
Una mascarilla tarda más de 400 años en desintegrarse y si se encuentra en el mar no solo amenaza a las especies como peces, medusas y arrecifes de coral sino a la vida humana.
definitivamente la protección del medio ambiente debe ser una prioridad y hasta que no se mejore el sistema de tratamiento de los desechos, no se podrá garantizar el bienestar del ecosistema y mucho menos se podrá garantizar un buen futuro.
Gabriel Ricardo Morales Fallon