Los animales son seres puros, no tienen maldad, nos brindan amor sin importar la clase social a la que pertenecemos y mucho menos si somos lindos o feos. El amor que ellos nos brindan es incondicional y es por esto que queremos escribir sobre Pirata, un perro que busca a su dueño en el hospital donde este murió.
Pirata es un perro de color blanco y negro. Llevaba varios años con su dueño, él le brindó amor, lo alimentó, le dio de beber, le dedicó tiempo para jugar y para consentirlo. Un día el dueño enfermó y terminó en un hospital de la provincia argentina de córdoba y desde que ingresó el perro no se separó de su amo.
Desafortunadamente falleció en una cirugía en la habitación 404 del Hospital San Antonio de Padua. Pirata lleva 3 meses durmiendo en la puerta de la habitación y aunque el personal de seguridad ha hecho mil intentos por sacarlo el perro se niega a salir de allí. A veces el perro da rondas por el hospital con la esperanza de encontrarlo.
Los trabajadores del centro de salud informan que se han encariñado del canino y se han encargado de alimentarlo y cuidarlo. Ver video de pirata:
https://www.youtube.com/watch?v=twkhs2dO3no
Esta historia nos hace reflexionar sobre el sentimiento infinito que tiene un canino hacia nosotros y con esto llegamos a la siguiente conclusión: el amor de un perro es incondicional, es un amigo leal, nos honra, nos cuida, nos consuela cuando estamos tristes, es fiel a su dueño, su sentimiento es puro y honesto, no miente, nos brinda alegría y lo mejor de todo es que nos llena de color la vida.
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