EL mar, bello, misterioso, profundo y sereno y a la vez terrible, un medio hostil y peligroso, ha sido considerado por muchos como el escenario de creencias, relatos fantásticos y mitológicos, que han ido evolucionando a lo largo del tiempo.
Posee una especial atracción hacia la humanidad, un extraño poder que cautiva al ser humano. Con el pasar de los años se han ido formando fábulas, cuentos, mitos, leyendas, creencias, que han llamado la atención. Algunas convertidas en historias otras convertidas en leyendas y algunas sorprendentemente basadas en experiencias verificadas y sacadas de la realidad.
Hay leyendas muy mencionadas que inquietan a quien se interese en ellas, como la del barco chilota del sur de Chile. ”El caleuche”. Aparece cargado de espíritus que han naufragado, se escuchan risas, fiestas, este barco aparece rodeando a los que han naufragado. Se dice que el barco los va recogiendo y se cree también que una vez a bordo del barco fantasma, estos espíritus quedan liberados para tener paz en la eternidad. Hay otras leyendas de barcos como la de “El holandés“, a lo lejos divisan una luz blanquecina que pertenece a un velero que deambula por los mares sin rumbo, sin poder volver a puerto. Leyendas como la de La Atlántida, la de Piscis, signo del mar, elemento de agua, olas misteriosas y gigantescas, en fin, hay muchas leyendas que atraen la atención de los expertos que se dedican a ahondar e investigar sobre los misterios del mar.
Hay leyendas como la de las sirenas, que se ha difundido por todo el mundo; criaturas míticas y enigmáticas, mitad mujer, mitad pez, que con sus melodiosos cantos atraían a los hombres y los hacían salir de sus casas, abandonar a sus familias por seguir estas fantásticas criaturas y jamás regresaban, se quedaban con ellas en el mar.
La fuerza gravitacional del sol y de la luna sobre la tierra incluyendo mares y océanos, ejercen su fuerza, la que provoca las mareas. El científico Isaac newton fue el primero que determinó que la luna posee una fuerza gravitacional sobre la tierra y es la razón por la que provoca las mareas.
Hay supersticiones sobre todo, para las personas que frecuentan el mar, para los navegantes, bien sea por sus labores de pesca o por travesías en barco y que los marineros han transmitido de generación en generación.
Para los marineros es considerado mal día el primer lunes de abril, pues fue en este día en que nació Caín y el día que mató a su hermano Abel, según el antiguo testamento.
El segundo lunes de agosto, tampoco se considera buen día para hacerse a la mar, pues fue cuando la ira de Dios, acabó con Sodoma y Gomorra. Y quien lo creyera pero el 31 de Diciembre también es un mal día para los marineros; según la tradición popular, fue el día que Judas escogió para ahorcarse. Todos estos relatos coinciden con fechas bíblicas de castigos divinos.
También existe el día de los navegantes. Miércoles o Wednesday que viene de wodyns day, día de wodyn, Dios nórdico protector de los navegantes. Se creía y aún hay quienes lo consideran así; llevar paraguas o flores, es signo de mala suerte. Estas creencias, hacen parte de las tradiciones milenarias, del imaginario colectivo, que se transmite de generación en generación, mitos sobre la eternidad, sobre la muerte, las criaturas divinas, monstruos marinos, las sirenas, los amuletos, las mareas hacen parte antes de embarcarse.
De acuerdo a la mitología de la edad media, los navegantes suponían que en lo más profundo del mar, habitaban unos monstruos gigantescos; de ahí que su animal más representativo de la época, era la ballena que se tragó a Jonás, él huyendo de la misión que Dios le encomendó, es tragado por un monstruo marino gigantesco, permaneciendo tres días y tres noches dentro de sus entrañas, hasta ser liberado en perfectas condicione, en tierra firme.
Los marineros creían que la luna afectaba las mareas, la vista y el cerebro de los locos, cuando uno de ellos se quedaba dormido expuesto a los rayos de la luna, les afectaba seriamente. Aún existe esa creencia, incluso en tierra firme.
Señales de buen augurio era por ejemplo cuando había luminiscencias sobre los barcos; pero cuando una persona era iluminada, se le atribuía muerte antes de 24 horas. Las aves también presagian buena y mala suerte. Las golondrinas que en tierra presagian buen tiempo, en el mar presagian todo lo contrario.
En cuanto a agüeros. Se dice que cuando bautizan una embarcación, se acostumbra a romper una botella de champaña contra el casco, como ofrenda a los dioses del mar. Los vikingos lo hacían con sangre de prisioneros. Cuando los marineros o navegantes llegan a tierra procuran poner primero su pie derecho en el suelo. Ninguna otra persona alberga tantas supersticiones colectivas, como los navegantes aunque estas supersticiones o agüeros puedan llegar a extremos insospechados.
Se considera que el mar absorbe y neutraliza todo maleficio y maldición proferidos por los habitantes cercanos al mar. A pesar de la inmensidad del mar, algunos personajes con poderes como las brujas, logran dominar la fuerza del mar, se les atribuye que pueden ir y volver largas distancias por el mar, incluso atravesar América desde Europa en una noche, pronunciando solamente una palabra mágica. Para contrarrestar o conjurar maleficios o influencias malignas, los navegantes utilizan los tatuajes como talismanes.
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