Miami, Florida en el siglo XX tenía unos manglares que cubrían gran parte de la isla, estaban en un terreno arenoso y pantanoso, allí habitaban caimanes, otros reptiles y mosquitos, sin embargo para 1915 uno de los fundadores de Miami Carl Fisher arraso con los manglares con el fin de transformar esta isla al centro turístico que es hoy en día.
Si bien esta iniciativa tuvo un impacto positivo en la época, hoy en día siglo XXI, la historia es diferente, puesto que, el cambio climático ha generado una subida en el nivel del mar, han empeorado las tormentas, ciclones y Miami esta resistiendo ante estos fenómenos anhelando la recuperación de los manglares. Recordemos que los manglares son importantes para el ecosistema, ya que, sus densas raíces ayudan a aglutinar y formar suelos, reducir la velocidad de los flujos de agua, actúan como vivero de aves, peces, y mariscos, fomentan los depósitos de sedimentos que reducen la erosión costera y es un filtro natural de agua, es decir que filtra los nitratos, fosfatos y otros contaminantes mejorando significativamente la calidad del agua.
Actualmente, voluntarios y activistas ambientales tienen previsto plantar 680 mangles en el parque más grande de la ciudad con el fin de crear una “linea de costa viva”, este lugar era el que anteriormente tenía los manglares hace un siglo. Esta iniciativa si bien es buena, no es apoyada por varios habitantes del lugar, puesto que cambiaría la estética del lugar. Es por esto que hay que cambiar el pensamiento y ver las necesidades reales de la isla, esto no se trata de discutir que es bello y que no, se trata de salvar miles de vidas, de hacer frente al cambio climático, es increíble que aún viviendo las oleadas de calor, la subida de las mareas, los fuertes ciclones aun se niega a entender que esto es real.
Los manglares son hermosos y son fundamentales para amortiguar la energía de los vientos huracanados y las olas, anualmente protegen a 15 millones de personas en todo el mundo de las fuertes tormentas y ciclones, adicionalmente ahorran unos 65 mil millones de euros en daños materiales, de acuerdo a la investigación de Scientific Reportsen 2020.
El 1 de marzo se conmemora el Día Mundial del Reciclador y del reciclaje. Acciones que tienen un alto valor social y ambiental por su reconocimiento y trabajo para la
Gabriel Ricardo Morales Fallón ha tenido presente la conciencia para realizar su trabajo filantrópico que asume con responsabilidad no solo como Latinoamericano, sino también como constructor de paz por medio de la reconciliación y el amor con el medio ambiente y los animales, teniendo presente que la mejor manera de sensibilizar a la sociedad es realizando acciones concretas en pro de estos seres vivos que hemos considerado inferiores, pero que con su generosidad y persistencia por existir, demuestran su grandeza.