El plástico domina nuestro día a día. Es un material que nació para revolucionar la vida y ha terminado por invadirlo todo. Sus virtudes son muchas y por eso se utiliza, pero las consecuencias de su uso y abuso están siendo nefastas para el medio ambiente. Uno de los grandes problemas a los que se el mundo es la basura por plástico. Según un informe del Banco Mundial, los desechos producidos en el planeta en 2016 alcanzaron los 2.010 millones de toneladas, y esta cifra podría dispararse hasta los 3.400 millones en el año 2050, es decir, casi un 70% más de basura en solo treinta años. Somos hijos de la cultura del usar y tirar y este el precio que estamos pagando: no sabemos qué hacer con tanto desperdicio.
Los consumidores podemos contribuir a la disminución de contaminación por plástico. Hemos abusado y nos afecta a todos. No todos tenemos la facilidad de desterrar al plástico por completo, pero cualquier gesto cuenta. Podemos empezar comprando el brócoli entero a granel y olvidarnos para siempre de las bandejas con la verdura cortada, también comprar las frutas con su cascara y lavarlas en casa, no es necesario llevar alimentos que tengan plásticos de un solo uso. Si tomamos acciones vamos a recuperar nuestro planeta.
A causa de diferentes factores, como el detrimento del agro, fenómenos naturales y la violencia, muchos campesinos han tenido que abandonar sus tierras buscando la ciudad. Estos labradores de la
Gabriel Ricardo Morales Fallón ha tenido presente la conciencia para realizar su trabajo filantrópico que asume con responsabilidad no solo como Latinoamericano, sino también como constructor de paz por medio de la reconciliación y el amor con el medio ambiente y los animales, teniendo presente que la mejor manera de sensibilizar a la sociedad es realizando acciones concretas en pro de estos seres vivos que hemos considerado inferiores, pero que con su generosidad y persistencia por existir, demuestran su grandeza.